Mi experiencia como tutor de La Semilla

Cuando me jubilé de la enseñanza, quería encontrar una manera significativa de pasar mi tiempo. Escuché sobre La Semilla a través de la Iglesia Presbiteriana de Tustin, que apoyaba el programa, y me reclutaron para ser tutora. Con mi experiencia enseñando de segundo a quinto grado, sentí que esta oportunidad sería perfecta para mí.
Convertirme en tutora fue motivado por mi deseo de contribuir con algo valioso durante mi jubilación. Extrañaba trabajar con niños y creía que mi experiencia sería beneficiosa. A lo largo de los años, mi experiencia con La Semilla ha sido increíblemente gratificante. Trabajar uno a uno con los estudiantes ha sido muy satisfactorio, aunque la pandemia presentó desafíos al tener que hacer tutorías por Zoom. Aprecio el entorno de grupos pequeños en La Semilla, ya que me permite brindar atención enfocada a cada niño. Una experiencia particularmente memorable fue dar tutoría a Joseph durante la pandemia. Él y su primo Gabriel estaban en mi grupo cuando reanudamos las sesiones presenciales, y pasamos varios años juntos. Creo que ambos se beneficiaron enormemente del tiempo que compartimos.
Para cualquiera que esté considerando convertirse en tutor, recomiendo encarecidamente que le dé una oportunidad a La Semilla. Si has disfrutado trabajar con niños antes, podrías encontrar esta experiencia muy gratificante. Es un compromiso relativamente pequeño que tiene el potencial de hacer una gran diferencia en la vida de un niño. Ven a observar si no estás seguro: podrías descubrir una nueva pasión al ayudar a los estudiantes a prosperar.